Este Verano Venturoso de 2012 nos ha estado tocando vivir la intensidad de un cambio de conciencia que permite la visión de la que habla la Biblia y que recoge venturosas y bendecidas expresiones como la de " Y conoceréis la Verdad y la Verdad Os hará Libres."
Ochoa Longi, Pastor Metodista, es hoy un referente de la Teología y la Praxis Social  que no sólo en el Púlpito despliega su pastoral, sino que la despliega ante las dudas e inquietudes de una grey, por cierto y tristemente, poca, que como él ha sentido que el fuego de la injusticia quema sus entrañas y que con justa razón quiere sacudirse del fundamentalismo y fanatismo que ha permeado las neo-teologías de las pequeñas congregaciones de remisos denominacionales venidos a menos, y separados por diversas causas principalmente por querer "acomodar la Biblia a sus ideas", o por inconvenientes en la convivencia normativa en las iglesias históricas y que se lanzan al vacío a fundar "iglesias" camuflajeadas de asociaciones civiles" o "Congregaciones de Fe" o "Congregaciones Cristianas" prósperas económicamente hablando, pero con déficit enormes en Doctrina y prácticas evangélicas . 


Hoy con una actitud crítica y social, pero muy bendecida por El Espíritu Santo, Ochoa Longi nos presenta ésta pieza fundamental que será fundamental para entender la Vida Cristiana, y para los  Metodistas un llamado al Amor en Acción,  en los procesos electorales que Dios nos permita participar como Votantes o Votados...





¿EXISTEN AUTORIDADES QUE NO HAYAN SIDO ESCOGIDAS POR DIOS?
LOS MENSAJES DE OSEAS Y DE LA CARTA A LOS ROMANOS
Algunas breves y sencillas reflexiones

Pbro.  Jorge Alberto Ochoa L.

Israel desechó el bien; enemigo lo perseguirá. Ellos establecieron reyes, pero no escogidos por mí;
constituyeron príncipes, mas yo no lo supe;
de su plata y de su oro hicieron ídolos para sí,
para ser ellos mismos destruidos.
Oseas 8.3,4

Espero que haya llamado su atención con este título y lea esta humilde y breve reflexión al respecto, y además me ayude a contestar esta inquietante pregunta. A lo largo de mis años de ministerio pastoral y en mis funciones como Superintendente que tuve por ocho años he tenido que tratar de responder, al menos para mí mismo, esta inquietante pregunta. He aquí algunas breves reflexiones que hice en una madrugada de verano del año 2012.

Es por demás paradójico que muchos cristianos afirmando basarse en las Sagradas Escrituras para fundamentar sus creencias y prácticas desconozcan o pretendan hacer a un lado pasajes bíblicos que al menos equilibrarían más sus puntos de vista y posturas fabricadas y que constituyen como una especie de “recetas” ante todas las situaciones.

Cuando por alguna circunstancia se reflexiona acerca de las autoridades civiles muchos cristianos fundamentalistas en realidad hacen una Eiségesis Es decir hacen una interpretación de las Escrituras pero ya teniendo a priori una postura que ya trae de por sí el intérprete, es decir ya tienen una postura y sólo acuden a la Biblia para encontrar algo que sustente su postura predeterminada. Baste recordar que haciendo eiségesis muchos a lo largo de la historia han utilizado a la Biblia para justificar el racismo, la poligamia, el asesinato, etcétera.

Volviendo al tema cuando hablamos acerca de las autoridades civiles inmediatamente nuestra mente corre veloz hacia determinados versículos bíblicos memorizados como “Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César” y pretendemos ver en ellos un modelo de sociedad actual y damos por sentado que se está refiriendo al concepto actual de separación Iglesia-Estado, a la separación entre lo espiritual y lo material, o el hacer una diferenciación entre la “vida espiritual” y a la “vida cotidiana”. Cuando en realidad estos textos, como muchos otros, en realidad nos están queriendo decir un significado mucho más rico y tridimensional de lo que nuestras interpretaciones ya asumidas tienen.

Muchos de los que ahora están leyendo estas líneas quizá estén de acuerdo conmigo en que cuando una buena parte de cristianos evangélicos se refieren a la relación de los cristianos con lo que hoy día denominamos “autoridades civiles” inmediatamente y en automático pensamos en el texto de Romanos 13, pero lo cierto es que sólo hacemos referencia al primer versículo y al segundo que a la letra dice:

Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.

¿No es así? Pero lo cierto es que muchos dejan allí de leer, hemos hecho una selección de una parte ya que no tendemos a citar los versículos que vienen más adelante:

Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios,
vengador para castigar al que hace lo malo. Por lo cual es necesario estarle sujetos, no solamente por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia.
Romanos 13.3-5

¿Porqué muchos evangélicos tradicionalmente citan la primera parte del capítulo 13 de la carta a los Romanos pero no las subsecuentes? Supongo que debido a que sólo se ha querido hacer --por una interpretación muy fundamentalista-- de sólo lo que podría parecer como la responsabilidad de los cristianos de una obediencia ciega a lo ahora llamamos “autoridades civiles”. Porque basándonos en sólo estos 2 versículos nos encontramos que absolutamente todas las autoridades superiores han sido establecidas por Dios (pero nuestra interpretación clásica eisegética nos hace leer “todas las autoridades civiles” cosa que naturalmente no dice el texto).

Sin embargo omitimos voluntariamente el resto del pasaje que nos habla también de la responsabilidad de esas autoridades superiores --aunque en específico ya habla de magistrados y autoridades-- que tienen como responsabilidad infundir temor al que hace el mal (no al que hace el bien). Además de que las califica como servidores de Dios para el bien de la gente y que hace justicia a favor del que hace el bien.

En conclusión el capítulo de Romanos 13 no sólo nos habla de una responsabilidad del pueblo sino también de una corresponsabilidad de las “autoridades superiores”. Algunos intérpretes de la Biblia también han sugerido que la legitimidad de las autoridades superiores se deja ver en que verdaderamente obran justicia a favor de los buenos y no de los malos, y en que trabajan a favor del bienestar del pueblo. Es decir en la medida que cumplen esto es que son “servidores de Dios para tu bien”. Pero la interpretación fundamentalista que muchos evangélicos han heredado sólo hace énfasis en la obediencia pero no en la corresponsabilidad como a todas luces se deja ver en Romanos 13.

Ahora bien paso a la segunda parte de esta sencilla reflexión y es que comúnmente  cuando hablamos de nuestra relación con las “autoridades civiles” tradicionalmente sólo hacemos alusión a Romanos 13 como si ese pasaje fuese el único que nos aportara elementos valiosos y como si fuese la única “llave correcta de interpretación” de estos asuntos. Lo cierto es que se ha usado, y abusado de ese pasaje y particularmente de los dos primeros versículos como hemos visto en detrimento de lo que hoy llamaríamos de una “vida democrática participativa”. Por supuesto el concepto de democracia al estilo moderno no se encuentra en la Biblia.

Juan Wesley, el fundador del movimiento Metodista hizo la sugerencia de equilibrar pasajes de la Biblia con otros para llegar a una correcta interpretación, pero lo cierto es que el fundamentalismo evangélico –que en realidad debiera ser muy ajeno al Metodismo-- no suele equilibrar Romanos 13.1,2 con nada ni siquiera con Romanos 13.3-5 lo que desde hace mucho tiempo nos hubiera ayudado bastante como pueblo en nuestra interpretación bíblica es decir el hacer una Exégesis, es decir extraer en este caso de la Biblia lo que Dios nos  dice y no hacer una Eiségesis, es decir pretender introducir nuestras ideas particulares a la lectura de la Biblia.

En este equilibrio creo que tenemos bastante olvidado el pasaje de Oseas 8, y para mi sorpresa la gran mayoría de evangélicos no tienen conocimiento de este pasaje que nos ayuda bastante.

Desde hace tiempo he querido hacer una reflexión escrita sobre el pasaje del Libro del profeta Oseas citado al inicio de esta reflexión. Oseas significa “Salvación” o como bien sabemos “salvación” es un sinónimo de “Liberación”. El Profeta Oseas fue escogido por el Señor para predicar un mensaje a través de su vida personal y su ministerio nos habla del amor de Dios por su pueblo infiel y las medidas que Dios utiliza para hacerlo volver.

De entrada les sugiero leer completo este libro que nos habla de la relación de Dios con su pueblo. Oseas ve los males que vive y sufre el pueblo y halla sus raíces en la infidelidad para con el Señor. El pueblo de Dios le ha abandonado y se entrega a los baales, confiando en ellos, en su poder militar y en sus alianzas. Como consecuencia su vida pública y privada se ha corrompido, el pueblo de Dios vive en desorden y caos.
Por favor lea nuevamente con atención Oseas 8.3,4:

Israel desechó el bien; enemigo lo perseguirá. Ellos establecieron reyes, pero no escogidos por mí; constituyeron príncipes, mas yo no lo supe; de su plata y de su oro hicieron ídolos para sí, para ser ellos mismos destruidos.

¿Si lo leyó detenidamente? ¿No salta a sus ojos un concepto que tradicionalmente la interpretación fundamentalista nunca habla de ello? Seguramente ya lo notó y es que Dios a través del profeta Oseas dice que Israel, SU PROPIO PUEBLO, establecieron reyes, o como muchos dirían hoy “autoridades civiles” pero lo novedoso es que la Biblia dice que ellos NO FUERON ESCOGIDOS POR DIOS, los israelitas constituyeron príncipes pero DIOS NO LO SUPO. ¿Cómo está eso?

Esto de entrada es un golpe mortal a la interpretación fundamentalista que impregna a gran parte de los evangélicos, y que se filtró también desde hace muchísimo tiempo a los Metodistas y a varias Iglesias históricas, esa interpretación que como hemos visto sólo se basa en una eiségesis y que sólo selecciona el pasaje de Romanos 13.1,2 haciendo caso omiso de los versículos que le siguen. No me extraña que en todos los casos en que donde he conversado con hermano/as que insisten que los cristianos les debemos una fe ciega a “las autoridades civiles” porque todas han sido establecidas por Dios, y que no debemos participar de un compromiso social, desconozcan lo que dice Oseas. No es de extrañarse porque el Fundamentalismo a manera del Marcionismo (herejía que duró del siglo II hasta el X), hace una selección de pasaje bíblicos para hacer sus particulares interpretaciones y en este caso particular Oseas no está contemplado.

Si el cristianismo en su historia desde hace tiempo hubiera equilibrado al menos estos pasajes bíblicos el mundo se hubiera librado de tiranos, de explotadores, de muchos de sus opresores que tanto han dañado a muchas naciones de este mundo, pero lo cierto es que estos malos gobernantes se han valido precisamente de estas interpretaciones fundamentalistas para legitimar su permanencia y continuar con la explotación de sus gobernados. Muchos de los imperios, gobiernos y sistemas políticos y económicos de occidente en donde la cristiandad (se le denomina “Cristiandad” a la organización que responde más bien a la visión Constantiniana de la Iglesia, por otro lado el “Cristianismo” trata de encarnar la fe y el seguimiento a Jesucristo) se extendió se han afianzado en su poder apoyados en estas interpretaciones opresoras. (Naturalmente estos gobiernos opresores también han existido en oriente con justificaciones semejantes pero por otras religiones).

Las implicaciones de equilibrar estos pasajes son muchas, sólo tocaremos algunas. Lo  cierto es que el pueblo debe ser más participativo en su vida como sociedad, si bien en la Biblia no encontramos la opción de sociedades democráticas como las conocemos hoy día, lo cierto es que la democracia participativa es la aspiración de muchos de nuestros pueblos hoy día, muy probablemente con el paso del tiempo estos modelos cambien. Pero como cristianos estamos llamados a dejar una actitud pasiva, generada en gran parte por interpretaciones fundamentalistas que han sido utilizadas y patrocinadas por los poderosos, en vez de ello debemos ser más activos en nuestra vida de participación en este mundo. Si bien nuestra “ciudadanía” no está en este mundo, si está firmemente arraigada a Cristo y a su Reino y es precisamente por ello que debemos comprometernos por hacer de este un mundo mejor para todo/as. No sólo para las personas sino también para toda la naturaleza incluyendo a los animales.

Como Metodistas afirmamos que estamos a favor de la dignidad humana, de los empobrecidos, de los marginados, de las mujeres violentadas, de los pueblos originarios olvidados, de fomentar una conciencia ecológica y respeto por las diferentes formas de vida. Pero también los Metodistas estamos a favor de medios de comunicación veraces y otras demandas justas en las cuales coincidimos con movimientos sociales legítimos, en donde se espera que participemos de una manera más activa. O que también nosotros trabajemos en movimiento sociales acordes a nuestra fe, postulados éticos y compromisos sociales de acuerdo al Metodismo.

Tenemos que ser claros, las Sagradas Escrituras y nuestra herencia Metodista no nos aportan directamente las respuestas a muchas de nuestras preguntas, no podemos manipular su mensaje, nuestra historia o nuestra experiencia, hacer eso sería hacer eiségesis. Sin embargo con la ayuda del Espíritu Santo y haciendo uso de nuestra razón al estudiar la Biblia, al examinar nuestra historia, al entender a la Naturaleza, y al vivir nuestra experiencia como pueblos, si encontramos muchísimas pistas para dar respuesta a esas preguntas actuales. Lo que es seguro es que no estamos llamados a la pasividad y a contemplar la historia humana desde un balcón. Sino a caminar y a construir a lado de la gente.

Que bello es saber que Dios nos invita a que seamos partícipes de la construcción de nuestra propia historia humana, usemos nuestra libertad para bien. También tenemos la gran responsabilidad de elegir a nuestros gobernantes (como lo hacemos siempre en diferentes niveles), pero no se trata sólo de elegir y después ser pasivos, debemos aspirar a una democracia participativa y responsable.

Para ir concluyendo ¿cómo saber si son legítimos los gobernantes? La Carta a los Romanos nos da pistas, son legítimos en la medida que son justos, en la medida que procuran el bien, que están del lado del pueblo y no del opresor. ¿Esto significa que pueden haber gobiernos ilegítimos? Si, cuando no procuran la justicia, cuando son corruptos, cuando ellos son los opresores, esto nos lo dice muy claramente Oseas, entonces a la pregunta ¿pueden existir autoridades que no son nombradas por Dios? Si nos basamos en Oseas y también en Romanos, usted ya sabe la respuesta, y la respuesta en un SI.

Estoy consciente que esta sencilla reflexión tiene muchísimas implicaciones y que dejamos nuevas preguntas sin responder, por el momento, ¿Cómo cuál debe ser nuestra postura ante gobiernos ilegítimos? ¿Qué debemos hacer? Y otras preguntas  pero esto es algo que todos debemos analizar y responder en oración, ayuno y andando con el pueblo “haciendo camino al andar” o haciendo un equivalente a la “teología a caballo” que hiciera el Reverendo Juan Wesley.

Para terminar esta breve reflexión menciono que también es maravilloso que aún allí, en el mensaje del profeta Oseas la Gracia de Dios es cierto que disciplina, pero no abandona a su pueblo y hay una esperanza de restauración, este es un mensaje de esperanza responsable que nuestro México requiere.

Que fascinante es ser cristiano/a, que fascinante es leer y estudiar --y practicar-- lo contenido en las Sagradas Escrituras, que gran libertad tenemos en Cristo de participar activamente en nuestra sociedad comprometiéndonos con las causas justas, y si me lo permiten hermanos y lo digo con respeto a otros hermanos en la fe, que gran bendición tenemos en ser Metodistas, ser libres en nuestro razonar y experimentar.

¡Que bendición tenemos en ser cistiano/as!

¡Y que gran responsabilidad histórica!

A Dios sea la Honra y la Gloria

Rev. Jorge Alberto Ochoa L.

¡Gloria Cantemos al Redentor!

México, D.F. a 26 de junio del Año de Gracia de 2012