domingo, 8 de julio de 2012

El Cristo de la Gracia Radical…Abel R Hernández Ulloa.

El año pasado por ahí del mes de marzo publiqué en el Blog del Nido que estaba en Word Press y que perdí irremediablemente,  el artículo de Abel Rubén Hernádez Ulloa, que presento a ustedes y que permite tener una visión no institucional del Maestro Jesús y su comprensión por lo cotidiano y su visión nada espiritualizante de un ministerio florido y divino como el que cumplió en la tierra para salvación de muchos entre ellos Yo...
http://gaco33.wordpress.com/2011/03/28/el-cristo-de-la-gracia-radical-abel-r-hernandez-ulloa/


El Cristo de la Gracia Radical…Abel R Hernández Ulloa

 
Es imprescindible leer éste artículo producto de la pluma de un intelectual impactado por la doctrina de Cristo, que deviene análisis desde el punto de vista adogmático y altamente trascendental, para entender que la predica del Maestro Jesús y sus enseñanzas no se limitan a los espacios institucionales, sino que van a la cotidianeidad y al lado de los que menos tienen en todos los sentidos. La visión de Hernández Ulloa y Saramago, despiertan la inquietud de reordenar nuestros sentires y práctica de la doctrina del Amor Eterno y su relación con la humanidad.
 
Presento a ustedes al Dr. Abel Rubén Hernández Ulloa, investigador de la Universidad de Guanajuato, aquí en el Nido, como escritor huésped de éste espacio.
(tomado sin permiso del autor para beneficio de muchos….)
 
 
 
Manantial de Horizontes…
Abel Rubén Hernández-Ulloa
El Cristo de la gracia radical
Lunes, 28 de Marzo de 2011
A la memoria de Francisco Reyes y a su amor que permanece como expresión de gracia radical
Jesucristo fue un radical del amor y la aceptación universales. Compartió la alegría de vivir con tod@s l@s que se acercaron a él… sin ponerles condiciones, sin juzgarlos por lo que habían vivido y sin exigirles afilia-ción exclusiva al grupo religioso al que él mismo pertenecía. Más aún, criticaba a los que eran considerados los “líderes religiosos” y que, como “fieles” seguidores de los “preceptos divinos”, buscaban imponer celosamente sus “buenas costumbres”.
La conducta de Jesucristo era escandalosa, desordenada e incluso contraria a lo que los judíos consi-deraban respetuoso de los mandatos divinos. Entre sus amigos se contaban hombres y mujeres que no eran judíos y que incluso eran considerados “enemigos” de los judíos como los cobradores de impuestos (Mateo y Saqueo), o las mujeres que eran prostitutas… como la que le limpia los pies con un perfume muy caro. Jesucristo busca enseñar a sus seguidores poniendo de ejemplo no a los más fieles judíos e incluso menospreciando a la figura de los sacerdotes; así en la historia del “buen samaritano”, justamente el héroe es manifiestamente ese personaje que era incluso despreciado por los judíos. Recordemos que los samaritanos, no eran judíos “puros”, pues se habrían relacionado con los asirios. Así, al enfatizar que es un samaritano el que fue movido a misericordia para auxiliar al hombre que había sido herido, Jesucristo señala que el amor divino no es exclusivo del “grupo correcto” y más aún que la acción de amor efectiva, que procura la salud y que abre nuevas posibilidades de vida, puede ser ejercida por aquellos que no están dentro del “grupo de los elegidos”. De este modo Cristo revela una gracia que no puede ser delimitada por un dogma de fe y ni siquiera por lo dicho en el “texto sagrado”. Cuando le presentan a la adúltera y le dicen: “la escritura dice que a mujeres como ésta hay que apedrearlas…” Cristo invoca a una reflexión crítica de la propia conciencia: “el que esté libre…” y como resultado la conciencia nos hace entender que no podemos juzgar a otro y la mujer no es apedreada. La gracia radical sería esa acción de un amor divino que se muestra a través de una misericordia que no puede ser delimitada por los dogmas de un grupo religioso en particular.
El sacerdote franciscano Richard Rohr señala: “Jesucristo es el universalista por excelencia, siempre haciendo a los de “fuera” los héroes de sus historias: los no judíos tienen más fe y compasión, los pecadores son los que se salvan, las mujeres son mejores que los hombres y como él continuamente lo afirma: “los últimos serán los primeros”. El punto de partida de Jesús es el sufrimiento humano en lugar del pecado humano.” El argumento de Rohr requiere más espacio por lo que terminaré esta reflexión la próxima semana.

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